The Waving Girl
En Morell Park de Savannah (Georgia), hay un personaje histórico en cuyo honor se erigió una estatua de bronce de 9 pies de alto (2.74 metros), y sobre el cual existen muchos mitos y leyendas. Su nombre era Florence Martus (1868-1943), y se hizo célebre porque desde 1887 hasta 1931, en compañía de su perro fiel, saludó de manera frecuente a los barcos que ingresaban al conocido puerto, agitando un mantel o un pañuelo en las horas del día o encendiendo una linterna en horas de la noche. En respuesta, las embarcaciones hacían sonar sus bocinas.
Florence se convirtió en una celebridad en el mundo marímo y fue muy popular entre los marineros que surcaban los océanos y que incluso le llevaban regalos. Murió en 1943, pero quedó bautizada para la posteridad como “The Waving Girl”, para referirse a la muchacha que saludaba y agitaba lo que estuviera a su alcance para darle la bienvenida a las tripulaciones de los barcos.
Dicen que lo hacía porque buscaba a un amor perdido, a un marino que jamás regresó. Dicen que se acostumbró a esta inusual tarea porque llevaba una vida solitaria en las islas Cockspur y Elba, donde residía con su hermano. Cuando murió, se calcula que había saludado el paso de 50.000 embarcaciones.
Hay muchas otras historias pero fueron alimentadas por la imaginación popular.
Por eso, cuando los turistas visitan Savannah, es inevitable una foto o un video al lado de la muchacha que saludaba a los barcos.
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